La educación emocional actualmente no está bien comprendida. Muchos padres consideran que las emociones se aprenden solas y que ni de lejos se deben enseñar. Como consecuencia se crean personas que no tienes capacidades sociales ni saben gestionar las propias emociones y sentimientos.
Una persona que no tenga control y conocimiento emocional puede tener malas reacciones ante situaciones que le causen rabia (peleas), puede hundirse cuando le surjan problemas por no saber cómo salir de la situación, puede presentar bajo autoestima…
Por el contrario una persona que sí obtenga esta capacidad será empático, ayudará a los demás, será fuerte ante las adversidades, más responsable…
En definitiva,a priori parece algo superfluo pero está en juego la felicidad de los niños y adolescentes.
Y si cuando intentamos ayudar a nuestros hijos con deberes de mates siempre tenemos el suficiente conocimiento para aportarles la mejor información, ¿ Por qué no se hace de la manera con la educación emocional? Nunca se nos ocurriría decirle como resolver una ecuación si no tenemos la más remota idea, hagamos lo mismo con la gestión de la emoción.
En el siguiente vídeo aparecen ejemplos de cómo sí y cómo no educar emociones como la envidia, la culpa, como gestionar conflictos, como repartir tareas. Se recomienda verlo porque ejemplifica las situaciones de forma muy visual y clara.
También proponemos el siguiente blog donde aparecen recursos e información para trabajar la inteligencia emocional.
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